Llega un nuevo año y con él el
tiempo de hacer balances. No siempre el balance es positivo pero siempre
resulta necesario para poder implementar mejoras, cambiar sistemas, programas
y ver en retrospectiva lo que se ha hecho bien y lo que no.
La primera semana laboral del año
cerró con la polémica de la cantidad de accidentes de tránsito en la ciudad de
Quito. La denuncia saltó a la luz en
redes sociales y luego en diferentes medios de
comunicación. Cifras preocupantes
que advierten que prácticamente se han duplicado los accidentes de tránsito en
el Distrito Metropolitano entre el año 2014 y el 2015 (De 4.630 en 2014 a
8.517 en 2015).
Preocupa sobre manera que los datos salieron de
la propia Agencia Metropolitana de Tránsito (como consta en la gráfica de
diario El Telégrafo), datos que los hizo públicos el Concejal Luis Reina y que
pocos días después el Secretario de
Movilidad del Municipio Darío Tapia, salió a desmentir aduciendo que es información no
oficial y que si bien es cierto los accidentes se incrementaron no fue en la
proporción que se dijo, y que en realidad se redujeron las muertes en cuanto a
accidentes de tránsito se refiere. Reina por su parte, se mantiene firme de que
los datos los proporcionaron de la propia AMT.
Nos queda la duda como ciudadanos
capitalinos cuáles son las cifras reales y lo cierto es que los accidentes de
tránsito son la quinta causa de muerte en Quito y la primera en los varones
según datos del propio Municipio. Transparentar las cifras es parte crucial de toda gestión pública debido a que ayuda a ver en perspectiva los problemas de la ciudad, sin embargo es una lástima que confundan a la ciudadanía y no podamos confiar en los datos proporcionados. Nos queda la enorme preocupación de que los accidentes de tránsito siguan siendo una de las principales causas de muerte en nuestra ciudad.
Es importante en este sentido,
reflexionar como ciudadanos y pensar de qué manera somos corresponsables del
tránsito en la ciudad. Pensar si
realmente estamos respetando los límites de velocidad, si manejamos con
precaución en época de lluvias, si no cometemos infracciones e irrespetamos las
normas, etc. La principal causa de
accidentes a nivel nacional es la impericia de los conductores, pero esto no solo
es responsabilidad de los conductores, nos compete a todos quienes somos parte
del sistema de movilidad en la ciudad: conductores públicos y privados,
ciclistas y peatones.
Y el Municipio, por supuesto, tiene su parte de culpa ya que debe hacer respetar las ordenanzas y leyes, pero también hacer campañas de concienciación como se hacían antes para evitar tener estas cifras negativas al evaluar la gestión de un año de trabajo.
Miguel Jiménez