Como hemos sostenido en varias
ocasiones somos un grupo de gente que nos preocupa la ciudad, somos sujetos
políticos que hemos decidido tomar una postura participativa y que pedimos que
las autoridades que tenemos cumplan con el objetivo de tener el Quito que nos
merecemos. No somos sujetos partidistas
somos políticos, la diferencia radica en que no nos debemos a ningún partido
político pero sí a una noción política de ciudad.
Por ahora vivimos en las redes
sociales, es aquí donde gente que ha decidido convertirse en un grupo de
vigilia nos hemos reunido. Utilizando los recursos para formar parte de un
grupo mutable que recupera su opción de ser sujetos de derechos y exigir el
cumplimiento de los mismos; no es coincidencia que hayamos nacido con el cambio
de administración en la ciudad ya que sentimos que debemos defender lo que para
nosotros consiste un reconocimiento del papel del ciudadano en la definición de
la política pública.
Desde un punto de vista puramente
ciudadano nos hemos manifestado en redes sobre los temas que nos atañen y
resulta interesante ver la aparente falta de respuesta oficial que nuestros
postulados han recibido de la administración, parecería ser que la política se
resume a bloquear a los usuarios que a su juicio se han convertido en un
problema y que se muestran como contrarios; silenciando al menos virtualmente
la crítica en un ejercicio torpe que desconoce la importancia de la comunicación
de doble vía entre los mandantes y los mandados.
Tomado de @LuisaMaldonadoM
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Sin
embargo, si uno analiza varias de las acciones que ha tomado el Municipio
parecería ser que sí hemos tenido un impacto en su forma de administrar la
ciudad pues el cabildo ha repensado
muchas de sus acciones que casualmente han generado una respuesta fuerte en
redes sociales. Por ejemplo; la concejala Luisa Maldonado anunciaba en su
cuenta de twitter que la tradicional carrera de coches de madera no recibiría
el apoyo del Municipio de Quito. Luego que varios usuarios nos unimos detrás de
un pedido de respuesta de las administraciones municipales ésta vino de parte
de la Secretaria de Cultura Mariana Andrade quién a través de su cuenta
personal en Twitter resaltó que la
Secretaría no era un “cajero automático” y que las carreras se harían por
“autogestión” terminando con el “monopolio” de sus organizadores.
Tomado de @macochocine8 cuenta
actualmente cerrada
Tomado de
@MauricioRodasEC
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En resumen se pedía una
autogestión a los barrios de la ciudad mientras al mismo tiempo se aprobaban
USD 2 millones para el financiamiento para el festival Quitonía. Posterior a
las declaraciones de la Secretaria, mensajes de rechazo a la idea de la
administración circularon en redes bajo el #CochesDeMadera
haciendo referencia al evidente desconocimiento de las tradiciones de la ciudad.
Pocos
días después el Alcalde de Quito dio paso atrás a la autogestión impulsada por
la Secretaría de Cultura y autorizó el apoyo a la carrera tradicional
eliminando los premios que se entregaban así,
no sólo se desautorizaba a la Secretaria si no que parecía que era la
primera vez que el Burgomaestre se vía obligado a cambiar su política como
resultado del peso de las redes.
De igual manera por la misma
época se empezó a cuestionar en redes el financiamiento a la iniciativa del
Festival Quitonía, el Municipio de Quito había autorizado un festival que le
costaría a la ciudad más de USD 2 millones pero que al mismo tiempo tendría
entradas pagadas para quienes quisieran asistir, así nació el #FiascoQuitonía
donde los quiteños se quejaron sobre el carácter del festival, días después el
Alcalde anunció en una rueda de prensa visiblemente nervioso que el festival
sería gratuito y que las entradas se entregarían en diferentes puntos en la ciudad,
varios ciudadanos se quejaron en redes sobre la organización para la entrega de
las entradas y finalmente el día del concierto se abrieron las puertas para todos
quienes desearon entrar mostrando una vez más, no sólo la poca organización de
la administración en este tipo de eventos, si no también el peso de las redes
sociales que no supieron medir.
Tomado de
@RocioPerez086
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Finalmente
el día anterior a la habilitación al tránsito en la Ruta Viva Fase II y de la
entrega del nuevo puente sobre el Río Chiche, circuló en redes una foto que
mostraba a la estructura iluminada con los colores del partido político de
Mauricio Rodas lo que causó revuelo en redes, no sólo por que representaba una
apropiación política de una obra que no fue suya sino también porque
efectivamente transformaba al puente en una gran valla publicitaria, luego de
la reacción que se dio en redes la administración dio un paso atrás y el puente
se iluminó con los colores de la bandera de Quito; rojo y azul.
En
fin, todos estos son ejemplos que parecen mostrar lo que preferimos calificar como
un lento entendimiento sobre la forma en la que funciona la ciudad, y que ha
significado una vuelta atrás en varias decisiones desautorizando a las
entidades municipales en el camino. Esperamos que a futuro estas decisiones se
tomen de una manera pensada y articulada por el bien de la ciudad.