Ilustración
tomada de www.plataformaurbana.cl
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El
otro día nos recomendaron la lectura del libro Ciudad para
Personas de JanGehl que propone discusiones interesantes para el
desarrollo de la ciudad centrada principal- mente en la idea de una planificación
pensada con el ser humano como el objetivo primordial.
En esta ocasión queremos hacer
mención a la relevancia de un espacio público de calidad en la ciudad y cómo
éste permite no sólo un uso distinto de la ciudad si no un fortalecimiento de
la ciudadanía. Así como la ciudad puede invitar a la vida urbana la
regeneración de un espacio y cambios pequeños como el mobiliario puede crear un
uso completamente distinto, estudios en Oslo Noruega mostraron que tan sólo con
el cambio de las bancas en una de las plazas la gente cambió el uso de la zona
convirtiéndola en un centro de convivencia en la ciudad. Adicionalmente, el
valor de las propiedades a lo largo de zonas remodeladas (regeneradas) crece y se
proponen nuevos usos de la ciudad, si se da más o mejor espacio su uso
mejorará, la planificación puede influenciar el patrón de uso en regiones
individuales o en grandes áreas de la ciudad.
El ser humano fue diseñado para
caminar, es así que la ciudad debe ser un lugar donde se “viva entre los
edificios”, y es que la vida adquiere un tono distinto cuando uno camina; está
claro que se deberá caminar en lugares interesantes y sin obstáculos para el
libre desplazamiento. Así como más vías invitan a más tráfico y mejores
condiciones para ciclistas invitan a más gente a utilizar bicicletas, mejores
condiciones para el tráfico peatonal mejorarán las condiciones de vida de la
ciudad.
Si la vida en la ciudad se
refuerza se crean precondiciones para fortalecer todas las actividades sociales;
si el espacio de la ciudad es desolado nada sucede. Una apropiación del espacio
público apoya también a desterrar esos sentimientos de miedo a lo desconocido,
si se ve más gente en una calle caminando uno tiende a pensar que es más segura
y caminará por ahí fomentando un círculo donde más gente verá la zona como
segura. Hoy propongo experimentar a la ciudad, se darán cuenta que (bajo las
condiciones adecuadas) resulta divertido y estimulante; la escena cambia a cada
minuto con tanto para ver: comportamientos, caras, colores y sentimientos.
Todas estas experiencias están relacionadas con los más importantes temas en la
vida humana; la gente.
La administración anterior
insistió en la recuperación del espacio público a través de bulevares en varias
zonas de la ciudad pero fallaron a la hora de crear espacios para la
contemplación; tomemos como ejemplo el bulevar de la av. Naciones Unidas, el
mobiliario para descansar es escaso e incómodo y no invita a sentarse a
simplemente ver pasar la vida. La idea de convertir el área en una especie de
galería de arte al aire libre servía para fomentar el paso por la zona pero no
la estadía en ella limitando la vivencia de la ciudad; mas, al menos a mi
juicio consistía en un pequeño esfuerzo hacia el camino correcto, hasta ahora
no he visto ninguna iniciativa similar y es más se han suspendido las
exposiciones haciendo al espacio aún menos atractivo para caminar.
Históricamente la ciudad ha
funcionado como un espacio de reunión, la gente se reúne, intercambia noticias,
hace tratos, arregla matrimonios. Sin embargo este funcionamiento se ha perdido
con el pasar de los años, ciudades sin apoyo cancelan la vida en la ciudad, una
movilización cada vez más complicada no permite vivir a la ciudad como un lugar
de encuentro lo que no demuestra las oportunidades para el espacio público de
la ciudad para fortalecer su sostenibilidad social.
Por otro lado la información que
los medios comunican se enfoca en su mayoría en reportes de accidentes y
ataques y presenta una visión distorsionada de lo que pasa en la sociedad, el
miedo y las generalizaciones proponen una pobre interpretación de la ciudad.
La actual administración
municipal ha concentrado sus esfuerzos en el mantenimiento de los espacios
públicos (parques en especial) a la par que realiza intervenciones en la red
vial de la zona, hasta ahora no se ve una política integral que favorezca la
vivencia de la ciudad. A pocos días de asumido el cargo retiró las ciclovías de
varias arterias de la ciudad pues estas competían con el poderoso vehículo,
todavía no hay tampoco ningún plan para fortalecer el transporte no motorizado
y los esfuerzos todavía se concentran en temas exclusivamente de movilidad
motorizada.
Sin embargo yo quiero vivir mi
ciudad desde la calle como peatón, quiero caminar y tener lugares donde
observar la ciudad, quiero más plazas con más bancas cómodas, quiero ver pasar
a la gente de este Quito como diría el burgomaestre de todos los colores.