Hola
amigos soy Rodrigo otra vez, la gente de Quito Vigila me pidió que escriba
sobre el presupuesto del Municipio de Quito ahora que este fue aprobado por el
Concejo Metropolitano.
Resulta
increíble la poca importancia que se da a estos temas. A mi juicio es tan pobre el manejo económico del
Municipio, que si se tratara de un negocio privado estaría en serios problemas.
No cambió mucho desde el primer debate, se redujo en la mitad el recorte a las
administraciones zonales (supongo que descubrieron que sí podían ejecutar más
obras y así no verse forzados a devolver el dinero al erario municipal), a la
par que se redujo el incremento en movilidad, justificado por una
“optimización” del subsidio al transporte.
El alcalde
informó que la reducción también es resultado de la política de austeridad implementada
por su administración, aunque la austeridad no se ve reflejada en algunos
rubros, como los valores de viáticos y viajes que alcanzan porcentajes tan
bajos comparativamente, con el valor total del presupuesto y que resulta
risible pensar que se ahorra mucha plata en este ítem.
Hay
proyectos que no se construirán como el nuevo Colegio Benalcázar. Se redujo el
presupuesto a la legalización de barrios y a salud, los proyectos “estrellas”
de la administración quedaron sin financiamiento y ahora se encuentran a la
búsqueda de un “socio capitalista” que acepte financiarlos (alianza público –
privada).
El alcalde
dijo estos días que hasta el 30 de septiembre se había ejecutado el 59% del
presupuesto total del Municipio (hace días circulaba la cifra de 27%), lo que
significaría que en poco más de 2 meses que le quedan de este año, el Municipio
tendrá que “feriarse” un 40% de lo presupuestado para el 2015.
El
rubro que recibe más incremento es la movilidad; evidentemente para enfrentar
los nuevos créditos necesarios para el Metro de Quito y otros temas como compensación
para los transportistas, y nuevos agentes de tránsito; ninguna mención a
proyectos de movilidad alternativa o sistemas complementarios, más buses,
nuevas paradas de transporte y nuevas vías. A mi juicio, absurdo.
Hablar
de presupuesto es aburrido, solo nos damos cuenta cuando el dinero falta, sin
embargo se trata de una discusión que se debe tener sobre todo si el dinero que
se administra viene de nuestros impuestos y son recursos de todos. Resulta una
conversación que vale la pena tener.
Rodrigo Espinel