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viernes, 25 de agosto de 2017

Paro de transporte ¿Quién paga los platos rotos?



Hoy la ciudad de Quito amaneció sin transporte público. Miles de quiteños sufrimos un verdadero vía crucis para tratar de llegar a nuestros destinos. Un panorama al que ya no estábamos acostumbrados los quiteños porque vivimos tiempos de estabilidad gracias a que gozamos de combustible subsidiado y los famosos paquetazos quedaron en el pasado. Sin embargo, hoy se hizo evidente que la mafia de los transportistas es un cáncer que no se ha logrado controlar.

El alcalde Rodas, en su afán por mantener sus promesas de campaña y contentar a todos, no ha logrado tomar el toro por los cuernos en ningún asunto de su competencia. Todos son acuerdos “parche” que no hacen más que contener momentáneamente los malestares de los distintos sectores que reclaman ajustes ¿Quién paga los platos rotos? Los ciudadanos de a pie.

Hemos escuchado decir en innumerables ocasiones al alcalde que “el transporte de Quito ha mejorado significativamente”, ¿será que nunca se ha subido a un trole a las siete de la mañana, cuando los pasajeros somos tratados como sardinas en lata y a duras penas logramos respirar en el tortuoso trayecto a nuestros destinos de trabajo? ¿Será que no ha visto cómo hacen competencia los buses en la avenida Napo sin respetar paradas, ni a los pasajeros que “nos jugamos la vida a diario”? ¿Acaso el señor alcalde jamás ha visto la cortina de humo que lanzan los buses a diestra y siniestra a pesar de que existen regulaciones para revisiones periódicas de sus motores? ¿De qué mejoras al servicio habla? Demagogia pura.  

Lo cierto es que Rodas negoció con los transportistas para entregarles un subsidio para mejoras del servicio y de sus unidades a cambio de que no exista un alza en la tarifa del pasaje. En dos años se ha entregado una cantidad que bordea los 46 millones de dólares y que equivale a 16.000 USD por cada unidad. ¿Alguien se come el cuento de que el servicio mejoró, que mejoraron las unidades? La verdad es que se les acabó el subsidió el 30 de junio pasado y se les ofreció en cambio analizar (ahora si) en el Concejo Metropolitano el alza de pasajes. Han pasado dos meses y los transportistas fueron a reclamar lo ofrecido, no se dio trámite y como consecuencia paralizaron la ciudad.

La encrucijada en la que se ha puesto el alcalde Rodas no es fácil, esta vez no va a salir bien parado, ni va a poder torear el asunto como está acostumbrado. Hoy hemos vivido escenas de violencia extrema: quema de unidades de transporte y taxis, maltrato a los ciudadanos que luchaban por buscar un medio para transportarse, una decena de detenidos por disturbios, una ciudadanía ofuscada y molesta y unos transportistas que cual niño encaprichado no darán su mano a torcer hasta que se les cumpla el capricho.

Las medidas clientelares a Rodas le están pasando factura, ya no puede tapar el sol con un dedo y debe asumir su responsabilidad como burgomaestre de la capital ecuatoriana. Finalmente a las cinco y media de esta tarde, luego de una jornada de malestar, de maltratos, de violencia salió a frentear el tema diciendo que se va a "revocar los permisos de las compañías que mañana no salgan a prestar el servicio". Una decisión acertada aunque sabe que se le abrirá un frente difícil, la interrogantes es ¿por qué a sabiendas ayer de que iban a paralizar la ciudad el día de hoy no tomó ninguna medida? ¿por qué esperó que se salga de control la protesta? ¿por qué dejar pasar un día de violencia y maltrato?¿Era necesario llegar a esos extremos para ponerse los pantalones señor Rodas? 

Estamos a una semana del inicio del  periodo escolar, son miles de estudiantes que se movilizan en transporte público y los padres de familia vemos con preocupación por un lado la afectación a nuestra economía familiar con el alza de pasajes, pero por otro la seguridad de nuestros niños a cargo de conductores y dueños de unidades con conductas violentas. ¿Acaso con esta amenaza los transportistas se quedarán tranquilos? 

El servicio no ha mejorado señor Rodas, le invitamos no a subirse al trole o a la ecovía dando previo aviso a sus funcionarios, le invitamos a subirse a un “Marín-La Ofelia” o un “Colón-Camal”, mire usted mismo si el dichoso servicio ha mejorado. El servicio de transporte como en cualquier ciudad del mundo debería ser público en su totalidad, ya basta de las mafias de los choferes, sus caprichos y su pésimo servicio. Seguir dándoles dádivas no es la solución. Merecemos vivir mejor señor Rodas, como usted mismo lo ofreció en su campaña.




Miguel Jiménez 

lunes, 31 de julio de 2017

¡Rodas cada vez más solo!


Gracias al ineficiente trabajo realizado durante tres años frente a la alcaldía, Mauricio Rodas no solo perdió su nivel de credibilidad y aceptación entre los quiteños, sino también dentro del Concejo Metropolitano. Fue Incapaz de consolidar durante este período una mayoría con sus propios aliados y hoy más bien son parte de sus opositores. 


En mayo de 2014 cuando inició, la administración de Mauricio Rodas estaba conformada por un Concejo Metropolitano de 21 ediles: 11 pertenecientes al movimiento de Alianza País (opositores) y 10 restantes pertenecientes a diferentes movimientos que respaldaban al burgomaestre y que sumado a su voto dirimente lograba obtener una mayoría en la toma de decisiones al interior del Concejo.

En apenas seis meses en el cargo, la supuesta coalición empezaba a tambalear, la alianza SUMA-VIVE se terminó. El primero en abandonar a Rodas fue el Concejal Sergio Garnica y el distanciamiento se evidenció con su voto en contra de la aprobación para la búsqueda de un nuevo crédito para financiar la fase dos del Metro. Garnica afirmaba días después que como retaliación a su nueva postura, se separó del cargo al Administrador de Calderón, cuota política de VIVE. Luego vendría el escándalo amoroso de la “Ofrecida” de Antonio Ricaurte, principal de VIVE quien por la presión social abandonó el cargo. 


Pero en agosto de 2016 con la desafiliación de la entonces vicealcaldesa,  Daniela Chacón, concejala de la coalición SUMA-VIVE y su principal aliada, dejó claro ante la ciudadanía que su decisión fue motiva por duros cuestionamientos hacia el alcalde y la ausencia de un liderazgo político claro, “con el alcalde tenemos diferencia de visiones, no hay una visión de ciudad, no hay ética en la forma de hacer política, no se toma en cuenta la participación ciudadana. Para ser coherente con mis principios, he tenido que tomar una decisión difícil pero necesaria. No considero ético mantener un cargo cuando hay diferencias de fondo con la política local” dijo en su declaración Chacón.


En julio de 2017, otra de las principales aliadas de Rodas decide abandonarlo: Carla Cevallos que hizo público un distanciamiento que ya llevaba largo tiempo atrás. Desde hace dos años y medio ya no militaba en el movimiento por falta de convocatorias oficiales y de democracia en la toma de decisiones.  “Fui una de las fundadoras de SUMA porque creí en un proyecto político responsable. Lamentablemente, desviaron el camino aseguró Cevallos.   Otra de las fuertes razones de su desafiliación se debió a su posición frente al alza de pasajes que debate actualmente el Concejo. “Nuestra ciudad está viviendo una división social por culpa de la falta de coordinación municipal” Sostuvo así mismo que mantiene su ilusión de hacer una política diferente, “pero con SUMA es imposible”.

Los varias desafiliaciones al interior del Concejo han hechos que las fuerzas políticas deban reconfigurarse. Actualmente está conformado por 9 ediles del movimiento Alianza País, 5 independientes, 4 de SUMA-VIVE, 1 de SUMA y 1 de CREO.


La falta de liderazgo en la ciudad es eminente, su ausencia ha generado un claro proceso de erosión al interior de Concejo que hoy más que nunca pone en riesgo la toma de decisiones importantes para la ciudad al no contar con una mayoría clara. Con tantos  concejales independientes ya no se sabe para qué lado de la balanza se inclina la toma de decisipones y sujeta a quién están. 

El panorama al interior de Concejo Metropolitano atraviesa uno de sus peores momentos, el alcalde ya no cuenta con mayoría, no solo por su falta de liderazgo sino por el sinnúmero de sombras que lo rodean, como el caso Odebrecht, su falso asesor Mauro Terán, su relación nunca aclarada con el cartel de Sinaloa, la opacidad en los procesos de contratación de obras, en fin, Rodas está más solo que nunca y Quito a la deriva.

Arturo Mier


viernes, 30 de junio de 2017

¡No queremos alza de pasajes!




Decir que el servicio de transporte en “Quito ha mejorado significativamente” es una de las mentiras más vergonzosas que escuché decir a Mauricio Rodas entre las tantas que acostumbra. Más del 80% de los quiteños que tomamos bus diariamente sabemos que no es cierto y que a pesar de ser este  uno de los problemas más graves que soporta la ciudad desde hace años, en estos 3 últimos de administración de Rodas y pese al subsidio millonario entregado mensualmente a los transportistas, el servicio empeoró considerablemente.

Desde febrero de 2015, el Municipio capitalino desembolsó al gremio de transportistas un subsidio de más de USD 46 millones de dólares a cambio de mejorar la calidad del sistema, es decir, con el dinero de los quiteños se entregó más de USD 16 000 dólares a cada unidad. Los transportistas se enriquecieron pero la gente siguió, sigue y seguirá mientras Mauricio Rodas sea alcalde, soportando el maltrato diario: abusos, robos, retrasos y un sinfín de humillaciones.

Este 30 de junio se cumple el plazo para terminar con la entrega del subsidio. Al apuro y a último momento como es lo característico de esta administración, se presentó ante el Concejo Capitalino para primer debate la propuesta de ordenanza que regulará la tarifa de transporte, acompañada de un estudio (mal hecho) por el Gerente de la Empresa de Movilidad, Darío Tapia, compuesto de 300 hojas y que se entregó a destiempo a los concejales. En este estudio se propone que la nueva tarifa sea de USD 0,30 ctvs como mínima y USD 0,34 ctvs como máxima.

Con el respaldo de este “insuficiente” documento, que nunca tomó en cuenta el sentir de los usuarios del sistema (que incluye población vulnerable como estudiantes, personas de la tercera edad y personas con discapacidad) que lo usan a diario,  se pretende justificar un alza de pasajes con el desfachatado argumento de que los transportistas cumplieron en este período con el 86% de los parámetros de calidad acordado para la entrega de la compensación económica, es decir, una vez más el alcalde y sus asesores no tienen reparo de engañar o acomodar la información para privilegiar su interés político por encima de las necesidades de la gente.

Para justificar esta medida clientelar, el alcalde Rodas en su momento dijo que lo hizo para “proteger el bolsillo de los quiteños”, en su discurso sostenía que el incremento representaría en “una familia de cinco miembros, un gasto adicional de USD 75 mensuales, para cubrir los pasajes realizados en días laborables”. Pero ahora cuando el Municipio ya no cuenta con el dinero suficiente para mantener el generoso subsidio, el discurso cambia en favor de los transportistas y ya no de la gente.
Y es que esta posible alza de pasajes no es solo de USD 0,05 centavos, este valor representa un incremento del 20% en el costo de las tarifas, cuando la inflación llega apenas a poco más del 1% cada año.
Pero el costo social al que se enfrenta Rodas es aún mayor, el tarifazo al transporte con el que pretende garrotear  a los quiteños se debe una vez más a su incapacidad en el manejo de este sector y al pago de favores pactados en campaña a cambio de votos. En su ambición por el poder y su sueño presidenciable, poco o nada le importamos los quiteños. El manejo político demostrados durante más de 2 años es su nula capacidad para lograr que el servicio y en su defecto este ha empeorado.
Se anunció que el segundo y definitivo debate sería este viernes en Concejo ampliado, pero minutos antes de la hora pactada circuló entre los concejales un oficio donde el alcalde suspendía la reunión.

¿Qué fue lo que motivó a tomar esta decisión de último momento a Mauricio Rodas?
Tal vez las protestas fuera de la alcaldía durante los debates al interior del Concejo que gritaban ¡Fuera Rodas Fuera! si se atreve a dar luz verde al tarifazo.

¿Qué tanto le importa al alcalde que 9 de cada 10 quiteños califiquen al servicio de transporte como pésimo?

El alcalde está en una encrucijada,  porque ni siquiera con el tarifazo logra contentar a sus camaradas que abiertamente han manifestado no estar conformes con una tarifa de USD 0,30 ctvs sino de exigen una de USD 0,34 ctv, y que las mejoras al servicio estarían condicionadas a la nueva tarifa.

Pudo hacer temblar a Rodas la posibilidad de no obtener mayoría en el Concejo ya que en la última sesión, no solo los concejales del oficialismo se mostraron contrarios al alza de pasajes, sino también varios de los ediles que pertenecen a la bancada del alcalde se pronunciaron contrarios a la medida y realizaron serios cuestionamientos al informe presentado.

El alcalde está en uno de sus peores momentos, con apenas un 25% de credibilidad entre los quiteños se encuentra entre la espada y la pared: por un lado debe contentar a sus aliados los transportistas y por otro golpear a mayoría de la población con un significativo incremento en los pasajes.

Los quiteños no olvidan ni perdonan que su alcalde no pueda resolver los temas que más les afecta, no perdonan que sus intereses políticos estén por encima de su bienestar y la verdad es que Rodas cada vez tiene menos apoyo en su ciudad.



Marcelo Calderón