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jueves, 30 de abril de 2015

Y ahora quién nos defiende de los poderosos taxistas?


El pasado 7 de abril el Alcalde Mauricio Rodas firmó la Ordenanza Metropolitana que autoriza el incremento de las tarifas de taxis en el Distrito Metropolitano de Quito. A partir de esa fecha los conductores de gremio amarillo comenzaron los procesos de adecuación de sus taxímetros para poder cobrar los nuevos rubros a la ciudadanía.
En el eterno tira y afloja entre autoridades y gremios, resulta evidente que esta batalla la ganaron los taxistas; el Municipio termino por darles la razón e incrementar las tarifas, sin condiciones de mejoras en el servicio y ajustando las cifras a los intereses del gremio; en lugar de hacerlo conforme a lo que los estudios técnicos definieron.
Es así como hoy en Quito ganaron más poder los taxistas. Las autoridades demostraron una incapacidad de control y su desinterés de proteger a la ciudadanía (pese a su obsesión, de a través de propaganda, sostener que defienden “el bolsillo de los quiteños”) y los usuarios estamos ahora a merced de cómo cada taxista considere debe actuar frente al pasajero.
Las nuevas tarifas que el Municipio informó implican incrementos en el valor de arranque pasando de $ 0,35 a $ 0,50, así como también de la carrera mínima que en el día pasa de $ 1 a $ 1,45 y en las noches de $ 1,50 a $ 1,75.   
Casi hasta la saciedad, las autoridades han justificado la decisiòn, indicando que el alza se debe a que en 12 años no se han incrementado estos rubros. Como  ecuatorianos podemos entender que se trata de un tema de justicia, que los conductores de taxis perciban un mejor ingreso acorde al aumento del costo de la vida. Pero ésto no deja de implicar una afectación a la economía de cada persona.
Hasta ahí la reflexión o justificación más o menos coherente, que pese a no haber sido producto de un debate ni consulta ciudadana alguna, es ya un hecho que nos toca aceptar en silencio. Pero que sucede cuando a la hora de usar el taxi resulta que el incremento es mayor de lo anunciado por la autoridades?
Resulta que en la realidad el costo del servicio se elevó entre un 17% y 45%. A todos quienes usamos a diario el taxi nos ha sucedido que preveíamos, basados en la información publicada por los medios, que la subida de tarifas implicaban alrededor de $0,15 centavos en el arranque, más $0,45 en la carrera mínima. Pero el alza ha sido mayor, pues al momento de pagar, el valor es superior a lo anunciado. Esto se debe a que el alza de tarifas no solo abarca los rubros mencionados, sino que implica otras cifras, como que el kilómetro recorrido pasará de $ 0,26 a $ 0,40 y el minuto de espera de $ 0,06 a $ 0,10 centavos.
Es de la suma de todos estos items el excesivo incremento que a todos nos ha sorprendido al momento de pagar lo que marca el taxímetro, eso claro cuando tenemos la suerte de que el taxista haya decidido usarlo.
Es importante que todos tengamos claro que una persona usa taxi, porque no tiene auto propio, porque los parqueaderos son escasos en la ciudad y, principalmente, por el deficiente servicio de transporte público masivo que existe; volcados al uso del servicio de taxis, debemos aceptar las nuevas tarifas sin dejar de enfrentar un problema frente al cual no se plantea ninguna solución; su mala calidad del servicio.
Resulta que hoy por hoy tenemos que agradecer la suerte de que nos toque un señor taxista que tenga la buena voluntad y la amabilidad de llevarnos con buena cara y buen trato a nuestro destino, a cambio de cobrarnos lo que ellos con el Alcalde, a puerta cerrada, definieron era lo justo.
Como usuarios, autoridades y taxistas, deben saber que estaríamos dispuestos a pagar más, si esto viene de la mano una mejora en la calidad y la garantía de un servicio adecuado a todos los ciudadanos sin importar su condición, la hora del día, ni lugar de destino.
A muchos, en especial a mi, me ha resultado impresionante la rapidez con la que se aplicó la normativa. Semanas atrás vimos como los taxistas lograron la nueva calibración de los taxímetros en tiempo record; y como en el Concejo se debatió, aprobó y registró una modificación de ordenanza en menos de una semana.
Parecería entonces, que en esta administración municipal se aplica con agilidad solo ciertas normas, no precisamente las que benefician a las mayorías; sino aquellas que son para satisfacer las demandas de grupos minoritarios o intereses particulares, estas sí son las que se hacen con agilidad y eficiencia.
Con esa misma eficiencia nos gustaría a los usuarios ver que se haga un control del servicio y no sentir como ahora, que como ciudadanos estamos desprotegidos y a merced de la buena voluntad de los taxistas.
El corolario de esta historia es que la ciudadanía es el eslabón más débil, pues en la mitad de estos acuerdos de subida de tarifas: el Municipio se esfuerza por justificar por qué se dio el incremento; los taxistas se frotan las manos por haber alcanzado su aspiración de mejorar sus ingresos (aspiración ciertamente justa aunque, excesiva ya que no guarda relación con el incremento de salarios); mientras la ciudadanía, ruega que ahora que los taxistas ganaran más, hagan conciencia de que se les paga por un servicio que debe ser de calidad.Urge entonces que las autoridades, que deben controlar y proteger no solo el bolsillo de los quiteños, sino su bienestar; entiendan la importancia de que ejerzan un verdadero control. Este implica mucho más de poner un telefono 24 horas y esperar que sea el ciudadano el que cada día tenga que enfrentarse a los conductores de taxis. Requiere poner en marcha un operarivo en las calles, que los taxistas entiendan y sepan con claridad que la autoridad, pese a haber llegado a acuerdos con ellos, esta del lado de la gente y por tanto deben mejorar su servicio considerablemtente sopena de sufrir sanciones.

viernes, 24 de abril de 2015

Hablando de bicicletas


Me llamó mucho la atención el interés que el Municipio ha puesto sobre las nuevas bicicletas eléctricas en la capital o la adquisición de kits de asistencia al pedaleo para ser más exactos. En varias ocasiones el burgomaestre ha dicho que se trata de un sistema “innovador” que permitirá que las bicicletas puedan ser usadas en Quito donde la geografía no facilita la movilidad para aquellos que no son usuarios regulares de bicicleta.

Mauricio Rodas en su última gira por los medios de comunicación con motivo de su último viaje a Kenia ha dicho que se trata de un proyecto que servirá para mostrar al mundo que Quito pone especial énfasis en la movilidad alternativa dando como resultado una ciudad más inclusiva. Con esto en mente me puse a buscar la información disponible en el internet sobre el proyecto antes de expresar mi opinión.


Tomado de la resolución por la que se declara el 
proceso desierto disponible en el Portal de Compras Públicas.
El proyecto es responsabilidad de la Secretaría de Movilidad del Municipio de Quito, en el Portal de Compras Públicas el proceso de adquisición de los kits está registrado con el código SIE-MDMQ-SM-002-2015 se trata de una Subasta Inversa Electrónica por un valor de USD 889.107,14 y que ha sido declarada desierta ya en dos ocasiones (me pregunto cómo logrará el Municipio llevar a cabo el proyecto en el poco tiempo que le queda si el proceso no avanza en el Portal) pero bien, las especificaciones técnicas del bien a adquirirse (también disponibles en el Portal) hablan de la adquisición de 300 motores eléctricos con una potencia de al menos 500w, que posean sistema de regeneración de energía, accesorios de anclaje y una garantía de dos años. También la adquisición de 300 baterías (indispensables para que funcionen los motores), 300 sistemas de control (mecanismo que permite a quién conduce la bicicleta activar el sistema) e instalación, brandeo y sistema de monitoreo satelital. Cada kit tiene un costo individual de USD 3000; solamente para comparar una bicicleta eléctrica producida por  Mercedes Benz tiene un costo de USD 3299 (toda la bicicleta no el kit).



Me puse a buscar otras opciones de kits para convertir a las bicicletas en eléctricas (o asistencia al pedaleo) y encontré esta página greenbikekit.com que comercializa distintos equipos en varios rangos de precios, el más caro (con garantía de dos años) tiene un valor de USD 684.99 y viene con un conector usb para cargar los teléfonos. Un kit con batería de litium de mayor capacidad que la que está comprando el municipio tiene un costo de USD 1349 todavía muy inferior a los USD 3.000 que el Municipio pretende invertir en el proyecto. Incluso si se le suma el sistema de rastreo satelital resulta increíble que se llegue a ese valor. No critico la iniciativa del Municipio solo pido se explique esos valores, especialmente si se toma en cuenta lo que el Municipio invertirá en este proceso que es el equivalente a 4 UPCs (cada una cuesta USD 200 mil) o a 150 patrulleros, ¿prioridades?

Rocío Pérez


martes, 21 de abril de 2015

Gonzalo Rosero o de la expresión máxima de la “luna de miel”


Estimados lectores, decidí hacer el ejercicio de escuchar la entrevista de Gonzalo Rosero con Mauricio Rodas del 20 de abril. Se trata de un poco menos de una hora en la cual el conductor se mueve entre su deseo de salvar al entrevistado de lo que considera una “gestión de buena voluntad” (el viaje a Roma) y conseguir una respuesta pasional ante lo que Rosero califica como “intentos de pelea” de Rafael Correa contra Mauricio Rodas. Confieso que hace años que no escuchaba a Rosero por eso me atrevo a decir que aún cuando siempre fue propenso al extravío a la hora de realizar sus introducciones ésta debe calificar como una de las peores; confunde a su entrevistado refiriéndose a él en dos ocasiones como “Alcalde Ricaurte” y se pierde a la hora de explicar cómo a su juicio, Rodas no tenía por qué pedirle permiso al Presidente para su periplo por Roma sobre todo cuando a juicio de Rosero se trataba de una decisión tomada en “asociación de ideas” ya que la escala en Roma desde Kenia le resultaba indispensable para regresar a Quito.

El Alcalde haciendo gala de la enorme dosis de positivismo que le caracteriza sostiene que tiene “muy buenas noticias para los Quiteños” y que prefiere hablar sobre su visita a Kenia y el rol que Quito y en su caso las administraciones locales jugarán en la próxima conferencia de Hábitat III. Rodas, como ya nos tiene acostumbrados, en ningún momento tiene el buen tino de aceptar que si bien es cierto esta conferencia se realiza cada 20 años, la decisión de hacerla en Quito no fue mérito de la actual administración. Parece que para el Alcalde cualquier cuestionamiento son “discusiones estériles” y más bien hay que alegrarse (positivo siempre positivo) que varias autoridades internacionales vendrán a Quito para ver lo que el Alcalde categoriza como “un modelo de movilidad sustentable”. Rodas explica (recién al minuto 7 de la entrevista) que el objetivo de ir a Kenia fue empezar la construcción de la agenda común para las discusiones que se llevarán a cabo en Quito. Lo que no explicó es que también María de los Ángeles Duarte asistió como la verdadera contraparte de la conferencia en el Ecuador.

Rosero continúa discurriendo sobre las “fortalezas en materia monumental” y las deficiencias en temas de precaución de la ciudad para luego darse cuenta que su entrevistado hizo referencia a movilidad sustentable y abogar por copiar modelos exitosos de otras soluciones de movilidad en el mundo. Rodas realiza una explicación (simplista) sobre la visión de movilidad y sus soluciones que incluyen una bajo tierra; el metro, a nivel; el “nuevo trole” y una en el aire; los Quito Cables. El burgomaestre una vez más anuncia “una muy buena noticia para los quiteños” y es que a principios de mayo empezarán los trabajos para la construcción de las paradas de las dos líneas de en la Ofelia y en Solanda. Esta obra está a cargo de la Secretaría de Movilidad, en el Portal de Compras Públicas consta un proceso para la consultoría que defina la factibilidad del proyecto por algo menos de USD 60 mil y que está todavía a la espera de acuerdo. Los términos de referencia de esta contratación especifican que la PUCE tiene 35 días para entregar los estudios a partir de la entrega del anticipo (cosa que no ha sucedido) y que ahí se definirá el sitio exacto de entre otras cosas las paradas; entonces o el Alcalde ha descubierto la fórmula para ver el futuro o nos está mintiendo. Rosero ensaya una explicación sobre cómo los metro cables cubrirán todas las regiones de la ciudad y que irán desde “la Amazonía de nuestros valles” hasta las más altas  montañas.

Al minuto 20 retoman el tema de la visita a Roma, donde una vez más Rosero quiere salvar a su pupilo y repite la explicación de que el itinerario exigía una visita a Roma a lo que Rodas responde que fue su idea pasar por ahí para expresar la “emoción y la alegría por la visita del Santo Padre”. Rosero quiere aquí hacer que Rodas diga que el Presidente estaba mal informado con respecto al objetivo del viaje a Roma, pero el Alcalde no cae en el juego y desvía la atención hacia cosas que él considera realmente importantes como el tema de que el Pontífice aparentemente sabe de la existencia de Santa Marianita de Jesús (el positivo Alcalde infiere que el Papa resulta devoto de la santa Quiteña) y sostiene que es la energía del Papa Francisco el “catalizador” para la unidad del país, a juicio de nuestro positivo Burgomaestre temas como el porqué decidió ir resultan también estériles y nos desvían de la verdadera noticia que es la visita del Pontífice. Me pregunto si el Alcalde considera también estéril la pregunta sobre el papel que jugó su esposa en la comitiva que viajó a Roma o el del Secretario de Productividad y Competitividad del Municipio de Quito, quién tomó la decisión de que ellos formarían parte de la comitiva que acompañaba al Alcalde, sobre todo en el caso de María Fernanda Pacheco que no trabaja para el Municipio.

Rosero se desvive por su entrevistador y pronuncia un emocionado “me encanta escucharte Mauricio” y llega el momento cúspide donde agitado lo transforma en el representante de aquellos que no pelean (lectores no pelear también es una postura muy cómoda), de aquellos buenos “estadistas” y trabajadores. Rosero ya visiblemente confundido trata de hacer un recorrido poético y tortuoso sobre el accionar del taxista que fue arrastrado por la corriente del río el otro día en Quito (confunde tanto los nombres que al mismo Alcalde le resulta difícil seguir la línea de la discusión y termina diciendo que el “héroe” será reconocido como tal). Ya en el último punto del partido Rosero le sirve a Rodas para que responda lo relacionado con el tema del crédito con el BDE a lo cual Rodas insiste que la publicidad es un tema también estéril y que él se enfoca en solucionar los problemas de Quito, para lo otro tiene un equipo de gente que en pocos días más le permitirá dar “muy buenas noticias a los Quiteños” que supongo pasarán por jugar a una especie de figura conciliadora acallando el “capricho” del Banco del Estado y cumpliendo ésta vez sí lo que decía el convenio del crédito a fin de evitar reembolsarlo, lo que Rodas no explicó (ni su entrevistador preguntó) es cómo justificará el hecho de que compró los vehículos antes de que el BDE entregara los recursos incumpliendo otra de las clausulas del convenio.


Para mí no resultan preguntas “estériles” saber entre otras cosas el rol de María Fernanda Pacheco, para definir si es que por un lado ella siempre quiso conocer al Papa para que al menos me cuente si lo hizo con mis impuestos o si ella se financió su viaje; es mi derecho para saber si me debo sentir tranquila por haber satisfecho un deseo de tan buena católica o no. Y cuáles fueron los acuerdos a los que llegó el Secretario de Competitividad o si él también solo cumplió su sueño de conocer a la máxima figura de la Iglesia Católica. 

Rocío Pérez