Hace un par de semanas escribí un post sobre la
gestión del Concejo del Distrito Metropolitano de Quito, donde decía que a mi
juicio la labor que realizaban los miembros del Concejo dejaba mucho que desear
pues no se veía una verdadera intencionalidad ni una identificación con la
tarea encomendada y que más bien estaban tratando de apoyar proyectos de
carácter personal sin una idea clara de ciudad.
En esta ocasión me atrevo a hacerlo de nuevo,
primero con los que creo que lo hacen bien; Daniela Chacón debe ser sin duda
reconocida como la principal negociadora del equipo de trabajo del Alcalde,
ella personalmente lideró los acercamientos con el sector del transporte para
la “inversión condicionada” y evitar tomar la decisión
política de subir las tarifas de transporte. Carla Cevallos se lanzó con la
campaña de “No más cruces rosadas” mostrando una buena intención pero una muy
mala concepción, no sólo de la realidad de la ciudad si no también del asunto que pretendía atacar. Carlos Páez
ha enfrentado de frente el tema del metro, convirtiéndose en el único concejal
que tiene claro al menos la necesidad de un plan de movilidad para la ciudad.
Páez se ha establecido como el abanderado de un proyecto trascendental para la
ciudad que tal y como se ha dicho varias veces en este blog tiene una gran
capacidad transformadora para Quito, además como vocero de bancada, se ha
transformado poco a poco en un referente para la postura oficialista.
Están también los que son un poco más cómodos;
Mario Guayasamín y Patricio Ubidia continúan desde sus respectivos espacios con
un discurso débil y sin resultados evidentes. Guayasamín a través de su cuenta
en tuiter ha revivido sus días de periodista
de la comunidad y replica las crecientes quejas de la ciudadanía sobre el
estado de la ciudad, por su lado Ubidia ha tenido salidas esporádicas en los
últimos días con respecto al tema de las tarifas de transporte. Susana
Castañeda ha tratado de sacar adelante el proyecto de la “silla vacía” pero
hasta ahora sin muchos resultados. Eduardo del Pozo, por su lado tiene
presencias esporádicas en medios de comunicación, al igual que Renata Moreno
quién sólo salió a oponerse a las declaraciones de Antonio Ricuarte, este último tiempo ha dejado de ser la carta
sorpresa y continúa en su ataque al proyecto del metro.
La que más me llama la atención es Anabel
Hermosa, quien a pesar de ser la segunda vicealcaldesa del Concejo Metropolitano
de Quito no cumple ninguna función política, hasta ahora no ha utilizado el
poder del cargo que tiene para ningún tema trascendental, lectores confieso que
como mujer me queda el mal sabor de boca de que Hermosa está solamente para
cumplir una función decorativa, ser aquella que en los enlaces recibe las
felicitaciones del Presidente y nada más. En las últimas elecciones Hermosa obtuvo un
total de 126.165 votos equivalente al 8.38%, Chacón obtuvo 113.040 equivalente
al 7.50% entonces más quiteños votaron por ella y debería hacer honor al poder
entregado.
Sé que el post anterior generó varias
reacciones entre los concejales que lo leyeron, desde ya les digo estimados que
esto no es un ataque, es solamente una ciudadana de Quito que se siente en la
obligación de analizar lo que hacen. Tómenlo como quieran, esto es sólo mi
impresión capaz y me equivoco (sinceramente espero que así sea) como siempre
QuitoVigila está abierto para replicar la postura de cualquiera de los aquí
nombrados.
Rocío Pérez