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viernes, 10 de junio de 2016

Arboricidio en Quito




La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un índice verde urbano de 9mts 2 por habitante. De acuerdo al último censo del INEC  (2010) Quito estuvo entre las 10 ciudades que cumplían con esta norma. De hecho superó ese índice, según el último registro de 2014 del Instituto de la ciudad que hablaba de que Quito cuenta con 20,2mts 2 de áreas verdes por habitante.  Si de algo nos hemos enorgullecido los quiteños es justamente de que tenemos una “ciudad verde” y que las últimas administraciones se preocuparon por generar nuevos parques metropolitanos,  arborizar plazas, rescatar quebradas y mantener la flora de toda la ciudad para mejorar la calidad de vida de los quiteños.
 
Además de que la Constitución ampara los derechos de la naturaleza, también promueve que los habitantes tenemos derecho a un hábitat seguro y saludable.  En el Distrito Metropolitano, gran parte de su territorio rural es Patrimonio Natural, lo que también ha coadyuvado a mantener la biodiversidad  y ecosistemas de estas zonas, aumentando el índice de áreas verdes, sin embargo en el centro comercial de la ciudad la realidad es muy diferente.

Pensar que veinte metros cuadrados por habitante corresponde a casi a un pequeño jardín para cada quiteño y que visto así podría parecer poca cosa, la realidad es que es un lujo en una ciudad con dos y medio millones de habitantes y en constante crecimiento.
 
Pese a las áreas protegidas dentro del área del distrito, de la creación de extensos parques metropolitanos (Cuscungo, Las Cuadras, Metropolitano del Sur, Metropolitano del Norte, por nombrar algunos) el hipercentro de la ciudad cuenta con poquísimas áreas verdes y es la zona de gran tráfico vehicular y es la zona comercial y de alto tránsito peatonal.  El parque central de esta área es el emblemático parque La Carolina, que no solo sirve de zona de recreación para una importante población de la ciudad, sino también que hace las veces de pulmón de esta congestionada zona.

Hemos visto con tristeza cómo estas últimas semanas se talaron decenas de árboles que tenían décadas en el parque con el propósito de hacer una estación del metro.  No estamos en contra de los avances de la ciudad y entendemos que  la planificación y los estudios no permiten que la estación cambie de lugar, pero lo que no entendemos es ¿por qué los árboles no fueron trasplantados? ¿Por qué se decidió talar una  zona tan extensa de parque? Justo es la zona del parque más arborizada. Nos han dicho que van a volver a planta otros  árboles, pero ¿en dónde, cuándo, cuánto tiempo tardan en crecer? Estos árboles llevaban décadas ahí, no se trata de volver a sembrar árboles en otro espacio, se trata de que se mutila la naturaleza sin un debido cuidado, yendo en contra justamente de lo que promueve nuestra Constitución: “los derechos de la naturaleza”.

Quito sigue creciendo a pasos agigantados y necesita con urgencia que sus espacios verdes no solo se mantengan sino que logren expandirse. ¿Qué pasó me pregunto con el proyecto de hacer el parque Bicentenario? La anterior administración dejó un proyecto que recuerdo tenía la intención de sembrar plantas nativas, hacer grandes jardines y hasta lagunas. Cuando llego la administración de Rodas, una de las primeras cosas que prometió es hacer del Parque Bicentenario un nuevo pulmón para la zona norte, habían unos lindos carteles que decían “Ahora si vamos a hacer un parque” porque a Barrera le criticaron porque inauguró una “pista de aterrizaje” y no un parque. Pero ya vamos dos años de alcaldía de Rodas y el Bicentenario sigue igualito.

El parque La Carolina,  tiene 67 hectáreas y según dicen en la página web de la  propia Empresa de Obras Públicas del Municipio (los mismos que ahora están talando los árboles) “es uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad y tiene un programa ambiental a través del jardín botánico donde existe un plan de protección de varias espacies de flora como orquídeas, palmeras, árboles entre otros”. Si el mismo municipio da cuenta de la importancia de las áreas verdes de este parque, si desde la propia administración se impulsan programas de reforestación, de conservación, de áreas protegidas, etc. ¿por qué se contradicen y no hacen un trabajo técnico con los árboles de La Carolina? De “arboricidio” lo tacharon los defensores de la naturaleza en la ciudad, porque no cabe otra lógica en este accionar. 

Margarita Figueroa L.