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viernes, 11 de noviembre de 2016

En Quito vamos como el cangrejo, para atrás




Uno esperaría que con el paso del tiempo las ciudades vayan progresando, que se vean mejoras, que se den soluciones a los problemas que aquejan a todos sus pobladores. Uno esperaría por lo menos,  que las cosas buenas que ya se habían implementado sigan su curso. Hoy, tristemente vemos en nuestro querido Quito un retroceso, si, vamos como el cangrejo señoras y señores, vamos para atrás. 

Han pasado más de dos años de la gestión del alcalde Rodas, un alcalde joven, neófito en política, al que escogimos pensando que eso le hacía falta a nuestra ciudad, una figura diferente y fresca que venga con ideas innovadoras y que realmente marque un precedente.  Yo por lo menos voté por Rodas pensando en que ya era hora de hacer un giro de 180 grados y que él representaba este cambio que requería nuestra ciudad.
Viendo en retrospectiva y haciendo un ejercicio de memoria de cómo estaba Quito antes de la llegada de Rodas, veo tristemente que no solo que no hemos avanzado en nada, hemos retrocedido en cosas que ya estaban resueltas. 

Ahora vemos otra vez la ciudad infestada de perros callejeros, cuando ese problema ya se estaba controlando como campañas permanentes de esterilización, con normativas y sanciones para quienes abandonan sus mascotas.
¿Se acuerdan lo limpias que estaban las calles? ¿Se acuerdan que al fin en Quito teníamos un sistema de recolección de basura que funcionaba bastante bien?  Los camiones pasaban a la hora acordada, la gente  ya estaba acostumbrada a sacar la basura en un horario, la cosa funcionaba de manera bastante armónica. Inclusive se implementó el proyecto de los contenedores de basura, una idea que permitiría un mejor manejo de los residuos de la ciudad, pero ¿qué está pasando ahora? que en los pocos barrios donde se instalaron los contenedores, estos están desbordados, la gente ahora acumula la basura al lado de los contenedores ¡son verdaderos focos de infección!  ¿Qué ha hecho el alcalde en más de dos años para mejorar el problema de los desechos en Quito?  Desmejoró el sistema de recolección de basura, no vemos que se haya dado impulso al reciclaje, no vemos que haya una solución para los botaderos de basura, ni tampoco el proyecto de recuperación de los ríos que ya se estaba haciendo en la anterior administración. 
Entiendo que cuando llega una nueva administración quiera hacer sus propios proyectos, quiera innovar, quiera poner orden, pero ¿por qué hacer borrón y cuenta nueva de las buenas prácticas que ya funcionaban? 

Podemos seguir así con todo, donde se aplasta sale pus. A cada paso que damos en la ciudad vemos que todo está peor que antes.  Antes veíamos todo el tiempo al personal de la EPMMOP bacheando calles, ahora otra vez tenemos una ciudad llena de huecos por donde transitamos. ¿Se acuerdan las hermosas bicicletas públicas? Ahora están oxidadas, sin mantenimiento, dan pena  realmente. Mi carné de Bici Q lo dejé de usar hace más de un año porque casi sufro un accidente en la Amazonas cuando me quedé sin frenos. 

¿Se acuerdan de lo lindos que eran los CDC (Centros de Desarrollo Comunitario) que puso el Municipio en los barrios? Eran unos verdaderos centros comunales.  No solo eran espacios para reunir a los vecinos, se pusieron computadoras y bibliotecas, con grandes espacios para enseñanza gratuita de música, danza, bailoterapia.  Me acuerdo que conocí el CDC de La Roldós cuando inauguraron. Era una maravilla. Todo el tiempo habían cursos para los niños y también las personas de la tercera edad  y eran lugares de encuentro de la comunidad.  Ahora está medio botado el lugar. ¿Se acuerdan lo hermoso que era el Parque Cumandá cuando inauguraron? Piscina, sauna, gimnasio, de todo había. Ahora está que se cae a pedazos. ¿Qué ha hecho por la cultura el señor Rodas, por el esparcimiento de los quiteños? Acaso tenemos nuevos espacios, acaso tenemos más CDS, acaso los niños tienen más espacios verdes para jugar?  Solo se  preocupa por el Show, 4 millones para traer al famoso Sting, otros tantos millones por el Show de las luces que fue un verdadero caos ¿y el resto?. Ahora vemos el recientemente inaugurado Parque de las Diversidades que por cierto se ofreció hace años en conmemoración de las víctimas que fallecieron en la discoteca Factory, en total abandono. 

Podría seguir y seguir con los ejemplos pero para que les aburro con tanta letanía si todos vivimos a diario el ver a nuestra querida ciudad cada vez peor. La cereza del pastel definitivamente es el tema de la movilidad.  Es realmente inhumana la manera en que nos tratan en el transporte público. ¿Quién no ha sufrido de empujones, pisotones, sin hablar de robos y malos ratos en la Ecovía o el trole tratando de llegar a nuestros destinos? Ha tenido más de dos años el señor Rodas para implementar nuevas rutas, nuevas unidades, pero ¿qué hecho? Rehacer las paradas de la 10 de agosto a un costo astronómico y comprar unas pocas unidades que como ya lo hemos repetido innumerables veces, son más un problema que una solución: no alcanzan en las nuevas paradas, contaminan porque son a Diésel y además hubo que dañar veredas patrimoniales del Centro Histórico para que los biarticulados famosos puedan circular por ahí. 

El descontento es diario. Todos los días vemos frente a la Alcaldía a manifestantes que reclaman por innumerables causas: desde los pequeños comerciantes, los taxistas a quienes no se les cumplió lo ofrecido, los antitaurinos, las trabajadoras sexuales, los barrios sin regularizar,  los vecinos de la Pisulí que se sienten afectados con los metro cables...
¿Y qué dice el Alcalde a todo esto? Será que ahora si se va a poner a trabajar ya que finalmente no es candidato. Porque parecía que estaba esperando a ver si sacaba alguna tajada para las próximas elecciones y finalmente decidió quedarse en su puesto de burgomaestre. Pues ahora que las cartas ya están echadas  aún tiene unos años para resarcirse. ¿Será que lo logra?  Yo tristemente no veo nada de innovación ni de frescura, esta administración pasará sin más penas ni glorias como la que más atrasó el progreso de Quito. 

Miguel Jiménez