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lunes, 7 de marzo de 2016

Tirar la piedra y esconder la mano




Quito es de las pocas ciudades latinoamericanas donde los niveles de la calidad de aire aún son aceptables. (20 puntos según datos de la Secretaría de Ambiente, cuando lo recomendable es de 0-50). Si bien es cierto, factores como el aumento constante del parque automotor y la sobrepoblación de la ciudad invariablemente traen consigo mayor polución, sin embargo la ciudad cuenta con la mayor cantidad de áreas verdes en relación a su población y el emblemático programa de revisión vehicular que ha beneficiado en gran  medida a que sigamos gozando con aire de calidad en la ciudad. 

Desde el gobierno central la apertura de un Ministerio de Ambiente y la incorporación de los derechos de la naturaleza en la Constitución ecuatoriana han permitido que los proyectos, programas y regulaciones para el cuidado del medio ambiente hayan sido un ejercicio constante en toda la gestión que involucra a la naturaleza.

A pesar de  toda la labor realizada el propio ministerio toma como ejemplo a la revisión vehicular de Quito para que se implemente en el resto de ciudades del país,  estos días en medios de comunicación y desde su blog personal, la vicealcaldesa de Quito Daniela Chacón ha arremetido contra el gobierno por la calidad de gasolina que se expende en el país,  tratando de embanderar una lucha por la calidad del aire en la ciudad de Quito e invalidando todo el proceso que se ha venido realizando en otras administraciones así como los esfuerzos que se hacen por mejorar la calidad del combustible en Ecuador. Es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano. ¿Por qué no mira lo que pasa en su propia administración? Para muestra basta un botón o quizás dos: ¿Quién no ha visto la humareda de los buses articulados en la mal  llamada “Ecovía” que se suponía que eran unidades que debían usar combustible no contaminante o en todo caso que deberían ser unidades con el mantenimiento adecuado para que no echen esas ingentes cantidades de monóxido de carbono? ¿Y qué me dicen de las cooperativas privadas de buses que supuestamente también tienen que hacer la revisión vehicular y sin embargo a vista y paciencia de todos los policías metropolitanos van echando su humo a diestra y siniestra?

Si está en las manos de los propios gobiernos locales contribuir con su granito de arena, ¿por qué no dice nada la vicealcaldesa con  respeto a los nuevos buses biarticulados que acaban de comprar en el municipio? que funcionan nada más y nada menos que con Diésel.

Hace pocos días se reaperturó la Refinería de Esmeraldas y están elaborando gasolina súper de 93 octanos, mayor calidad, no menor como afirma Chacón. Por supuesto que esta gasolina es más costosa pero los conductores también deben tomar conciencia que el uso de esa gasolina no solo trae beneficios para el medio ambiente, sino que alarga la vida del motor de sus autos.

“El populismo y la demagogia valen más que el aire que respiramos” dice Chacón. Me asombra que ella misma se dé con la piedra en los dientes.  ¿Acaso no debería el Municipio del cual hace parte, hacer cumplir las regulaciones a los transportistas y tener unidades de transporte debidamente cuidadas y utilizar gasolina de mejor calidad?

¿Sabe la señorita alcaldesa que el Ecuador está muy por debajo de los niveles mínimos que se pidieron en el acuerdo de París para el cambio climático (1.5 grados)? Por supuesto que falta mucho por hacer y que los ciudadanos también debemos contribuir desde nuestras acciones, pero al parecer es muy fácil criticar sin dar soluciones reales.  Le haría bien mirarse un poco casa adentro antes de criticar hacia afuera y antes de hacer críticas sin sustento.


Miguel Jiménez