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lunes, 8 de junio de 2015

Austeridad y ahorro


Estimados lectores, días atrás nuestro optimista Alcalde informó con bombos y platillos que el Municipio firmaba un acuerdo para la austeridad y así poner un freno a la entidad “extremadamente gorda y obesa” en la que a su juicio se había convertido el Municipio de Quito. Así leído (en blanco y negro) suena una maravillosa idea, quién se puede oponer a limitar el gasto de una entidad gorda y obesa, con esto en mente me puse a analizar los presupuestos del Municipio en los últimos años.

Los gastos corrientes en finanzas públicas se refieren a la adquisición de bienes y servicios que realiza el sector público durante el ejercicio fiscal sin incrementar el patrimonio. Principalmente entonces se  relaciona con el pago de salarios y la compra de servicios que no incrementan el patrimonio del Municipio. El argumento de Mauricio Rodas es que el gasto corriente ha crecido “desmedidamente” en los últimos años dejando de lado lo que se gasta en obras.



Toda esta información viene desde la página del Municipio de Quito, resulta entonces evidente que los últimos 3 años la inversión (obras) se ha mantenido sobre el 80% manteniendo el gasto corriente en un tope del 9%. En el 2013 se invirtió en los “viáticos” (locales y nacionales) $125.420,04 de un presupuesto de $793.001.446.50 o un  0.015% del total. En comparación, este año el Municipio aprobó un presupuesto de $1.004.451.647,25 con un gasto de “viáticos” (locales y nacionales) de  $161.000 que representa el 0.016% del total. Así, como se ve se trata de un gasto mínimo en una institución tan grande y a pesar del discurso del alcalde Rodas implica un incremento del 0.001% de hace dos años (¿ven lo ridículo de estas cifras?)

Está bien que Mauricio Rodas pretenda un Municipio más eficiente (al fin y al cabo para eso fue que se lo eligió) sin embargo resulta una muestra más de la forma en la que se juega con estos anuncios desde una óptica de campaña. Finalmente vallas como las que están a continuación “inundan” la ciudad lo que resulta contradictorio en una política de “austeridad”. – Rocío Pérez