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miércoles, 18 de marzo de 2015

El derecho a protestar

Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales y demandar el reconocimiento de nuevos derechos.
Art. 98, Constitución de la República del Ecuador

Pintando consignas en las paredes
 de las casas del Centro Histórico
Quito se apresta a una vez más ser escenario de marchas (por ahora en este post no vamos a juzgar lo que mueve a la gente a manifestarse, no es nuestro objetivo) y donde varios grupos han dicho (con diferentes grados de agresividad) que manifestarán su descontento con varios temas relacionados con el gobierno[1].

Al igual que en las marchas anteriores probablemente el Municipio de Quito optará por quedarse en un discreto (y cómodo) segundo plano, en las últimas veces hicieron el Campus Party o estuvieron fuera de la ciudad. Mi objetivo acá es hacer un llamado a manifestarse (si así lo consideran justo y con argumentos claros) sin dañar la ciudad, sin pintar las paredes, ni dañar las plazas milenarias de nuestro espectacular Centro Histórico.


¡Si al derecho a manifestarse, no al vandalismo!

Foto del daño a las escalinatas y a la Plaza de San Francisco al día siguiente de las marchas del 17 de septiembre pasado.




Daños a la infraestructura pública colocada en la Plaza de San Francisco el 17 de septiembre pasado



Daños a la infraestructura pública colocada en la Plaza de San Francisco el 17 de septiembre pasado


Daños a la Plaza de San Francisco, el 17 de septiembre pasado.    

















[1] Incluyo esta nota como pie de página; porque ya sé que dije que mi objetivo no iba a ser discutir sobre lo que mueve a la gente a marchar, considero que el Estado tiene la obligación a garantizar el cumplimiento de los derechos para sus ciudadanos. Sin embargo, les pido me permitan esta digresión; esta mañana oía a un líder indígena que hablaba sobre las protestas en una radio de Quito, cuando el presentador le preguntó cuál era su principal queja la respuesta fue que su hijo estudia gratis en la Universidad pero no en la que él quiso. El entrevistador volvió a preguntar si no era cierto que el gobierno le daba un salario básico a su hijo para cubrir sus gastos de subsistencia, el dirigente respondió que sí, pero que igual no le dejaron estudiar en la universidad que quería. Argumentos como éstos lectores escapan a mi entendimiento, como no quise “contaminar” lo dejo aquí.