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martes, 20 de enero de 2015

Carta abierta a Mauricio Rodas, Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito

Estimado Mauricio; primero perdóname pero me voy a permitir esta confianza sobre todo porque eso de decir “Estimado Alcalde” me parece que nos pone en una situación de distancia que no permitirá que te diga lo que hoy debo decir. No voy a pretender que tengo las soluciones, no me voy a creer ni un espectacular administrador público, ni un representante de la ciudadanía porque es simple, no lo soy. Soy tan solo una quiteña que vive en esta hermosa ciudad y que la siente como una parte integral de su vida, que cuando camina por la calle se dedica a recoger la basura y que más de una pelea se ha ganado por exigir a un ciudadano que cumpla con su obligación de no ensuciar Quito.

Mauricio, cuando llegaste a la alcaldía y a pesar de no haber votado por ti (en este punto confieso que yo voté por Augusto Barrera, espero que eso no me descalifique pues mi posición no es política, es ciudadana) pensé  que no estaríamos tan mal, pues parecía que algo entendías de administración pública y que tenías una idea del tipo de ciudad en la que queríamos vivir. Cuando luego  fue evidente que el plan de ciudad no era tan claro, te justifiqué diciendo que a pesar de tus mejores deseos siempre te quedó la duda de si llegarías a ganar; y que por eso, el equipo de trabajo no estuvo claro y que cambiar la ciudad no podía ser tan fácil. Cuando bajaste las multas – a pesar de estar totalmente en contra – te apoyé pues al menos estabas cumpliendo una de tus ofertas de campaña. Cuando la discusión giró en torno a lo mal que estaba la ciudad – a pesar de estar totalmente en contra – respeté tu postura pues pensé que como administrador público tenías unos ojos distintos que te permitían ver lo que para mí no era evidente.

Y así, podría citar muchos ejemplos. Podría apoyarte en el tema de la “persecución del gobierno” en tu contra, pero Mauricio me temo que en realidad es un más que todo una paranoia de tu parte; decir que el gobierno te acosa ante una resolución de una instancia independiente ante lo que tú mismo catalogaste como un “error” es sin duda dar más importancia al otro de la que realmente tiene en tu gestión. Me temo Mauricio, y aquí me voy a permitir darte una apreciación, que todavía no te has asentado en el puesto y que todas (o la mayoría) las decisiones las tomas pensando en el impacto de tu imagen como figura política y no como administrador. Permíteme me explico, está claro que el “arreglar” un parque genera réditos políticos con poco costo para el Municipio; sin embargo, no cambia en nada la política de apropiación del espacio público de la ciudad. “Bachear” las calles aliviana en algo el tráfico en la ciudad pero no aporta en nada en un verdadero  plan de movilidad (movilidad Mauricio, no vialidad) que ya no solo es cuestión de política pública sino más bien de supervivencia.

Mauricio, te pido pensar en la ciudad, en la que quieres que tus hijos vivan. Así quizá, será más fácil tomar decisiones que no tienen rédito político (que es más tienen un costo alto) pero que tienen un gran impacto en la calidad de vida de los quiteños. Mauricio, es hora de tomar una decisión sobre el metro; te apoyaré si me dices que no es una solución de movilidad (pero que quede claro que no será un apoyo ciego, requiero que me expliques tu decisión) y me lanzaré detrás de tu propuesta si es que esta realmente solucionará la movilidad en Quito. Mauricio, me animé a escribirte esta carta el  viernes 16 de enero luego de haber recorrido 100 metros en 30 minutos, como lo oyes, bien voy 30 minutos tratando de recorrer una distancia que no debería tomarme más de 5.  Mauricio, es hora de tomar una decisión que no siempre será la más bonita, la más política, pero te pido que pienses en la ciudad en la que quieres que tus hijos vivan y te darás cuenta que la decisión no siempre es la más glamorosa pero sí la mejor para la ciudad.


Saludos,

Rocío Pérez