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lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Qué hace funcional a los espacios públicos?


Pensemos por un momento en cuál es el mejor espacio de nuestra casa, muchos dirán que la cocina, la cama y la sala; y es que son lugares donde se realizan celebraciones, se descansa y se socializa. A nivel de ciudad se replican estos conceptos: los mejores lugares públicos son aquellos donde las celebraciones suceden,  donde se producen los intercambios económicos o sociales, donde los amigos se encuentran y donde las culturas se mezclan. Cuando estos espacios funcionan bien sirven como el “escenario” para la vida pública. 

El Proyecto para Espacios Públicos o PPS (Project for Public Spaces por sus siglas en inglés, organismo sin fines de lucro fundado en 1975, que tiene como propósito ayudar a la gente a crear espacios públicos sustentables), establece que para que éstos espacios funcionen deben ser accesibles, generadores de actividad, cómodos,  con una buena imagen y sociables; es decir,  entendidos como lugares donde la gente se encuentra.

Se puede juzgar la accesibilidad a un lugar sobre la base de sus conexiones y qué lo rodea física y visualmente; como una plaza con bordes definidos (ya sea con calles o con tiendas) y con acceso al transporte público. Un ejemplo de lo que no funcionaría en nuestra ciudad sería el Parque Metropolitano del Sur ubicado en la avenida Simón Bolívar, ya que está totalmente desvinculado de la ciudad y sin acceso a transporte público.

Un espacio cómodo y con una buena imagen sería aquel que tenga buenas percepciones sobre seguridad, limpieza y disponibilidad de sitios para sentarse, algo que casi siempre se deja de lado, y cuando un diseño de espacio público incluye asientos estos suelen ser incómodos y/o escasos.

Las actividades son fundamentales en la construcción de un espacio público, le da razones a la gente para ir a ese sitio y sobre todo para regresar; sentirse cómodo y apropiarse del mismo. Cuando no hay nada que hacer el espacio permanecerá vacío. También sentarse a descansar y dedicarle tiempo a la contemplación son parte de la actividad que la gente disfruta en plazas y parques y para ello unos buenos asientos son la clave. También cuando la gente ve a sus amigos, a sus vecinos tienden a sentirse identificados con el lugar  y la comunidad, consiguiendo un sentido de pertenencia que es invaluable.

Hoy he decidido escribir sobre esto ya que me parece que a veces dejamos de lado la idea original de este blog que era discutir ideas sobre cómo mejorar la ciudad y nos dejamos llevar por un escenario más pasional (lo cual no es del todo malo).  Solo aspiro a que en Quito hubieran más espacios funcionales…

Una buena semana

Rocío Pérez