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miércoles, 23 de septiembre de 2015

¿Y los Quito Cables?


El proyecto de Quito Cables fue una propuesta de campaña desde la primera candidatura a la alcaldía de Antonio Ricaurte en 2008. Al aliarse con Mauricio Rodas en las últimas elecciones seccionales, fue impulsado nuevamente por Ricaurte, ahora ya en ejercicio de su poder dentro de la nueva administración municipal. Este proyecto fue de las pocas propuestas innovadoras de la bancada Suma-Vive y parece ser que la planificación de su ejecución fue bastante analizada por el actual alcalde y su equipo de trabajo antes de incluirla en su oferta electoral.

Quito Cables es un proyecto ambicioso que seguro será de gran utilidad para los habitantes de los barrios altos de Quito, pero así mismo es de alta complejidad y costo;  requiere de estudios serios que lo hagan viable; de ahí, que los anuncios hechos por el alcalde Rodas sorprendieron a muchos por el corto tiempo que requirieron.  

En enero de 2015, mediante comunicados de prensa y entrevistas se anunció que ya se tenían listos los estudios para iniciar el proyecto y que por tanto su construcción ya era una realidad para Quito. El anuncio causó gran expectativa en los ciudadanos, sobre todo en la población directamente beneficiada, ya que prometía ser una importante solución al difícil problema de movilidad que enfrenta la capital.

En abril de este año el alcalde -en su ya acostumbrado show mediático-,  montó un magno evento en la Argelia, colocando la primera piedra de la construcción de los Quito Cables y mostrando a los vecinos la cabina que ellos usarían en este novedoso y moderno sistema de transporte. Un montaje mediático más del Municipio, que a falta de obras realiza para contrarestar las críticas de su incipiente gestión.

Cuatro meses han pasado desde que  Rodas se tomó la foto donde se levantaría la primera línea de los Quito cables. Centenares de tweets con fotos de moradores que expresaban su agradecimiento por llevar esa obra a su barrio y decenas de notas en los medios indicando que ya inició la construcción. En la Argelia, Pisulí , Toctiuco y Tumbaco, lo único que quedó de la oferta son las vallas colocadas el día del evento; ahora ya rotas y desgastadas por el tiempo.

La justificación dada por los directivos de la EPMMOP (empresa municipal a cargo de la construcción) es que previo al inicio de estas obras se debía hacer un “adecentamiento del sector” (obras que hasta la fecha tampoco han sido ejecutadas).

Frente a este escenario, el alcalde nuevamente decidió no pronunciarse y mandó a sus funcionarios a que dieran la cara; muy diferente a lo que hizo en campaña cuando salía en todos los medios acusando a la anterior administración de que mentía a Quito cuando publicitaba el Metro, - obra que sí tuvo un avance -

Quito comienza a acostumbrarse a tener espectáculos en lugar de trabajo, a tener una vedette en lugar de alcalde. Tristemente los quiteños debemos aceptar que el desarrollo de nuestra ciudad entró en una recesión de cinco años, deteniendo su progreso y retrocediendo los avances que anteriores alcaldes hicieron en la ciudad.

Claudia Armendáriz