Una de las grandes pasiones de mi vida es viajar, poder conocer
diferentes culturas, geografías extrañas, disfrutar de la inagotable naturaleza,
de la diversidad de las razas, probar infinidad de gastronomías, en fin; soy una
apasionada del mundo y de las maravillas que este nos brinda.
Mi mente guarda un número irracional de imágenes fascinantes que he podido ir recopilando con el transcurrir de los años y de mis múltiples aventuras. Pero tengo que confesar sin ningún reparo y con mucha vanidad que no hay ciudad más hermosa que "Mi Quito lleno de estrellas", especialmente por la noche cuando logra apoderarse de un especial brillo casi mágico diría yo.
Pareciera que un manto la cubre para darle un singular resplandor. Norte, centro, sur, la ciudad colonial, sus montañas, su arquitectura moderna y antigua, caprichosamente conjugadas para lograr la más bella obra.
Orgullosa de compartir algunas de estas imágenes y segura de lograr en mis lectores el mismo sentimiento que roba esta gran ciudad.
Mi mente guarda un número irracional de imágenes fascinantes que he podido ir recopilando con el transcurrir de los años y de mis múltiples aventuras. Pero tengo que confesar sin ningún reparo y con mucha vanidad que no hay ciudad más hermosa que "Mi Quito lleno de estrellas", especialmente por la noche cuando logra apoderarse de un especial brillo casi mágico diría yo.
Pareciera que un manto la cubre para darle un singular resplandor. Norte, centro, sur, la ciudad colonial, sus montañas, su arquitectura moderna y antigua, caprichosamente conjugadas para lograr la más bella obra.
Orgullosa de compartir algunas de estas imágenes y segura de lograr en mis lectores el mismo sentimiento que roba esta gran ciudad.
Liliana Benalcazar
