Para nadie es un secreto que hacer uso del transporte público en Quito, en hora pico, no es la mejor idea al momento de llegar a tiempo a nuestro destino; sin embargo, ante la falta de alternativas viales se torna un mal necesario.
Hace dos meses, aproximadamente, tuve que asistir a unas sesiones de fisioterapia en un Centro médico, ubicado entre las calles Coruña y Bello horizonte. Salir de la casa con dos horas de anticipación nunca es suficiente cuando se vive vía a la Mitad del Mundo.
Ventajosamente para mí, mi hermana trabaja por el Quicentro Shopping en la Av. De los Shyris y podía acercarme, en su automóvil, hasta su lugar de trabajo. La mala noticia es que su jornada laboral empieza a las 8:30 am y mi cita médica estaba programada para las 10 de la mañana. ¡Sí, una hora y media más tarde! Lo que me detuvo a pensar: ¿Camino hasta hacer tiempo, ó no acepto el aventón y voy en bus por mis propios medios? Plantearse una interrogante así, conociendo los antecedentes de tráfico vehicular, no hace difícil la respuesta.
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Bulevar
Av. NNUU – Parque La Carolina
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Finalmente, la idea de caminar resultó más productiva de lo que esperaba. Cruzar por el parque de La Carolina es respirar vida, es increíble la sensación que deja sentir la diversidad de colores, sonidos y olores. Por todos los ángulos se observa gente que hace deporte, pasea a sus mascotas; y lo más impresionante, personas de terno, con vestimentas casuales, formales e informales, trasladándose en bicicleta.
¿Quién dijo que las ciclovías eran mala idea? Talvez lo hicimos quienes nunca nos atrevimos a pensar lo necesarias que serían. El discurso de que su uso mejoraría la movilidad urbana en la capital, reduciendo el tráfico ocasionado por la gran cantidad del parque automotor, es un tanto limitado para ser una práctica que va más allá de ese único beneficio.
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Sistema
de Bicicleta Pública – Bici Quito
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Existen múltiples estudios, que afirman que el uso diario de la bicicleta mejora la salud, fortalece los sistemas cardiovascular, óseo e inmunológico; además, mejora el estado de ánimo de las personas y reduce los niveles de estrés causados por las actividades cotidianas de cada individuo.
Trasladarse en bicicleta nos beneficia a todos, como colectivo social; de hecho, la gente lo hace con mayor frecuencia. Es una práctica totalmente ecológica, enfocada a mejorar el estilo y la calidad de vida saludable de las personas, dando paso a crear una conciencia ambientalista que aporta significativamente en la disminución de la emisión de gases tóxicos que no, únicamente, perjudican la salud sino también destruyen el medio ambiente
Y, pensar en cuidar el medio ambiente, ya es desarrollo. ¡Quito está cambiando! Nos queda pedir a la administración actual mayor seriedad a la hora de diseñar las ciclovías y determinar cómo crecerá este proyecto para incluir a toda la ciudad, para mí una ciclista eventual, me falta todavía sentirme segura en ciclovías que no son segmentadas, está claro que es un tema de conciencia donde también la administración municipal pesa mucho.
