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viernes, 15 de mayo de 2015

Rodas perdió el año – Respuesta a El Comercio


Un año, entre logros y dificultades propios de una urbe compleja”, empieza así el editorial publicado el 14 de mayo en El Comercio que pasa revista de manera un tanto artesanal al primer año de trabajo de Mauricio Rodas. Paralelamente, en estos últimos días especialmente en redes sociales el periódico se ha visto envuelto en críticas contra su aparente parcialidad con Mauricio Rodas (la encuesta que promovieron para que los ciudadanos califiquen la gestión de los alcaldes ha estado intermitente, y se permite no sólo votar varias veces en la misma categoría si no también que los valores no cambian a pesar de que uno vote por la tendencia contraria) con este editorial a mi juicio terminan de desnudarse en su intentona de mejorar la imagen del alcalde a cualquier costo.

El Comercio empieza lanzando la justificación del caso “es lógico suponer que los nuevos funcionarios tardan su tiempo” así en el primer párrafo ya acepta que los logros son escasos, a lo mucho, pero deben justificarse sobre la base del tiempo, juegan así con aquella salida mediocre de “qué esperan, solo voy un año” y “el que venía antes fue mucho peor”.  

Empecemos con lo que El Comercio califica como logros:  bajar impuestos (un beneficio para un mínimo de quiteños); asumir plenamente las competencias en el transporte (decidiendo dar una “inversión condicionada” a los buses, y elevar las tarifas de taxis más allá de lo que cualquier estudio indicó); nuevas unidades del sistema Trolebús (unas financiadas por crédito del BDE y otras que serán a diesel); impulsó el proyecto de metrocables (lanzado por todo lo alto sin siquiera tener estudios de factibilidad) que será bandera de su gestión.

Para el periódico resulta un logro el que Mauricio Rodas haya privilegiado el rol del sector privado como aquel que solucionará las necesidades de la ciudad. Si bien es cierto (tal y como El Comercio se empeña en explicar en otra de sus notas de hoy) las últimas tres administraciones han aceptado la figura de la alianza público – privada, siempre el énfasis ha estado en el rol del Municipio como ente de control, algo que no se ve aquí. Para El Comercio otro de los logros es el peso que se ha dado a la visita a los barrios y a la dotación de obras (léase al bacheo de varias calles de la ciudad) que es a mi juicio algo que Rodas supo identificar como un serio limitante de la administración anterior, que es noción de cercanía con el Alcalde (con inversión sea mínima y trabajo requerido aún menor).

El Comercio también identifica retos para la administración de Mauricio Rodas con un optimista “la gente espera con paciencia pero exige, y con razón” aquí me pregunto, qué hace que se esté dispuesto a darle al Alcalde una curva de aprendizaje tan grande; un año para descubrir cómo funciona la ciudad, un año para ponerse al frente de las necesidades de Quito (sin confiarse en que el sector privado solucionará sus problemas). Me pregunto dónde a uno le dan tanto tiempo para aprender, si me piden que lo evalúe diré que para mí como Quiteña, Rodas perdió el año (pero como tiene un trabajo de cuatro todavía tiene tres años más para dar los supletorios).

Finalmente resulta risible cómo el periódico hace referencia a “una gran dificultad” de Mauricio Rodas, y que nace de su partido político, tan solo recordar que ya antes para el periódico también resultó ser un reto de AP.

Rocío Pérez