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jueves, 8 de octubre de 2015

Las cuentas claras y el chocolate espeso




Recuerdo cuando mi abuela usaba esa frase cuando hacía referencia a algún malentendido (casi siempre con sus vecinos), y que a su juicio debía ser aclarado inmediatamente a fin de evitar “la mala fe” de las personas. Quienes hacen Quito Vigila me pidieron hoy una colaboración para el blog a propósito del “desmadre” en el que se ha convertido el manejo financiero del Municipio de Quito. Casi automáticamente vino a mi mente esa frase.

La administración de Rodas necesita una reformulación de la proforma presupuestaria para lo que queda de este año, a fin de poder adquirir nuevos compromisos financieros para el financiamiento del metro; de igual manera debe afrontar una pobre ejecución (tan solo el 22.5% del total del presupuesto del 2015 se ha ejecutado hasta septiembre de este año), lo que significará que gran parte de los recursos volverán al erario municipal con la consabida reducción para el próximo año.

Las áreas que enfrentan los recortes son: Coordinación Territorial (se reduce presupuesto para legalización de barrios), Educación (no se construirá la Unidad Educativa Eugenio Espejo); Inclusión Social, Seguridad, Hábitat y Vivienda en valores que van desde los 2.7 millones hasta los 8.2 millones, todas ellas como resultado de una pobre ejecución. Adicionalmente las Empresas Públicas enfrentan déficits (de acuerdo con la información oficial) en rubros que bordean los 16 millones; y administraciones zonales que como Quitumbe y Calderón verán su presupuesto reducido, pero no por falta de recursos si no por su pobre ejecución.

Los proyectos “emblemáticos” de esta administración (Quito Cables, Vía Alterna Guayasamín y Extensión del Trolebús a Calderón), se han quedado sin financiamiento. La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) busca de manera optimista socios capitalistas (alianzas público – privadas), para llevar a cabo los proyectos pendientes; mientras tanto el vocero del Municipio Santiago Zeas insiste en que las obras de Quito Cables empezarán antes de finalizar este año (recuerdan que hace meses informaron con bombos y platillos que ya habían empezado).

Rodas ha dicho que “no hay que enfocarse en lo que reducen” sino más bien en los rubros que se incrementan en la proforma municipal (en el caso de que se llegue a ejecutar en poco más de dos meses el casi 80% que falta). Curiosamente se ofrece ejecutar en lo que queda del año solamente iniciativas tradicionales de movilidad: más buses, más vías y más agentes de tránsito.  A mi juicio es evidente el norte que tiene esta administración: un enfoque exclusivo en los vehículos.



Rodrigo Espinel