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domingo, 18 de octubre de 2015

Las cuentas claras y el chocolate espeso II


Hola amigos soy Rodrigo otra vez, la gente de Quito Vigila me pidió que escriba sobre el presupuesto del Municipio de Quito ahora que este fue aprobado por el Concejo Metropolitano.

Resulta increíble la poca importancia que se da a estos temas. A mi juicio  es tan pobre el manejo económico del Municipio, que si se tratara de un negocio privado estaría en serios problemas. No cambió mucho desde el primer debate, se redujo en la mitad el recorte a las administraciones zonales (supongo que descubrieron que sí podían ejecutar más obras y así no verse forzados a devolver el dinero al erario municipal), a la par que se redujo el incremento en movilidad, justificado por una “optimización” del subsidio al transporte.

El alcalde informó que la reducción también es resultado de la política de austeridad implementada por su administración, aunque la austeridad no se ve reflejada en algunos rubros, como los valores de viáticos y viajes que alcanzan porcentajes tan bajos comparativamente, con el valor total del presupuesto y que resulta risible pensar que se ahorra mucha plata en este ítem.

Hay proyectos que no se construirán como el nuevo Colegio Benalcázar. Se redujo el presupuesto a la legalización de barrios y a salud, los proyectos “estrellas” de la administración quedaron sin financiamiento y ahora se encuentran a la búsqueda de un “socio capitalista” que acepte financiarlos (alianza público – privada).

El alcalde dijo estos días que hasta el 30 de septiembre se había ejecutado el 59% del presupuesto total del Municipio (hace días circulaba la cifra de 27%), lo que significaría que en poco más de 2 meses que le quedan de este año, el Municipio tendrá que “feriarse” un 40% de lo presupuestado para el 2015.

El rubro que recibe más incremento es la movilidad; evidentemente para enfrentar los nuevos créditos necesarios para el Metro de Quito y otros temas como compensación para los transportistas, y nuevos agentes de tránsito; ninguna mención a proyectos de movilidad alternativa o sistemas complementarios, más buses, nuevas paradas de transporte y nuevas vías. A mi juicio, absurdo.

Hablar de presupuesto es aburrido, solo nos damos cuenta cuando el dinero falta, sin embargo se trata de una discusión que se debe tener sobre todo si el dinero que se administra viene de nuestros impuestos y son recursos de todos. Resulta una conversación que vale la pena tener.

Rodrigo Espinel