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miércoles, 26 de agosto de 2015

Acto de contrición, minga o show


El Centro Histórico de Quito es uno de los mejor preservados de Latinoamérica. Su arquitectura es incomparable y alberga en algunas cuadras un rico patrimonio cultural que hace que sea parada obligada cuando un turista viene a la capital. También el Centro Histórico alberga el símbolo del poder político y de la democracia en el Ecuador: la Plaza Grande y el Palacio de Carondelet o Palacio Presidencial.

Carondelet ha sido el escenario donde los presidentes han sido asesinados,  otros han jurado morir en el intento para poco tiempo después salir volando (literalmente) por el techo, a otros se les ha declarado en abandono de puesto cuando todavía estaban sentados en su oficina, entre los más sonados; pero no es si no hasta este gobierno que se ha convertido en un lugar más cercano (se abrieron visitas guiadas gratuitas para todo público por ejemplo).  Es por esto que se convierte en “botín” de quienes pretendieron en los últimos días vulnerar la institucionalidad constituida (y que todavía no se han dado por vencidos). Nada fue más evidente que en las últimas protestas del 13 de agosto, donde el nivel de violencia, no solo contra la policía que custodiaba el acceso a la Plaza Grande (repleta de gente apoyando al Presidente) si no también en contra del Patrimonio que terminó con un buen número de daños a los edificaciones, calles y plazas de Quito, y también con varios policías heridos.

Tal y como mencionamos en otra entrega, fue la vicealcaldesa (fungiendo de alcalde) que felicitó el “buen tino” de los marchantes al no parar en la Plaza Chica (cerca del Municipio) y por tanto no entrar en más destrozos, sin embargo poco después y a pesar de haber dicho lo contrario, mencionó que no había información suficiente para exigir la remediación del Patrimonio (presurosa cuestionó a los correistas apostados en la Plaza Grande, quienes estuvieron cantando, sin duda una afrenta a la libertad y a la democracia).

Hoy  he visto algunas personas lideradas por Carlos Pérez Guartambel pintando varias paredes en el Centro Histórico, en una especie de acto de contrición para con nosotros los quiteños, que vimos nuestro espacio mancillado, a pesar de los trinos alegres de nuestra vicealcaldesa, quien dice que parecería ser que la reconstrucción del Centro Histórico está supeditada a la buena voluntad de quienes lo destrozaron un par de semanas atrás, pues lo único que también presurosa arregló fue la Plaza Chica.  Me pregunto ¿Este acto de contrición incluye también visitar a los policías heridos o a sus familias?

Es terrible que dependamos de la buena voluntad de algunos pocos desubicados, lo ideal sería que se deje en el mismo estado en el que encontraron el espacio público, que se cuente con el apoyo del Instituto de Patrimonio del Municipio de Quito (no es cuestión de pintar los grafitis de blanco sobre una pared color salmón). Tomando en cuenta la improvisación y el doble discurso al que nos tiene acostumbrados el Municipio de Quito, no me sorprendería si agradecen la intervención para que luego tenga que ser rehecha por alguien más capacitado.

Rocío Pérez (nada que ver con Guartambel)