Páginas

viernes, 28 de agosto de 2015

Mayor impulso a la bicicleta pública


Soy una de las primeras que aplaudió la idea de tener un sistema de bicicletas públicas en la ciudad. Parecíamos ciudad de primer mundo a lo París o Berlín. Me fui corriendo a sacar mi carnet de la Bici Q en la Secretaría de Movilidad del Municipio. A la par con el novedoso sistema de transporte público, se implementaron ciclo rutas para que los ciclistas se puedan movilizar sin que los conductores se portaran abusivos.  Fui varias veces a mi trabajo en Bici Q. Debo reconocer que hice un gran esfuerzo por que las subiditas de Quito no son fáciles y menos aún con una bicicleta súper pesada y hecha para personas que miden más de metro setenta (a lo europeo mismo). Sin embargo, y a pesar que hubo quejas de porque hicieron por un lado o por otro las rutas, de porqué no abasatecen tales o cuales sectores; la inciativa sin duda fue un referente para otras ciudades del país.

Hoy veo con gran entusiasmo que no solo se han incrementado los usuarios de este sistema de transporte, sino que también se han incrementado quienes con una conciencia del medio ambiente y de hacer un poquito de deporte, han optado por la bicicleta como su habitual medio de movilización dentro de la ciudad. Imagino que el crecimiento de ventas de bicicletas se habrá incrementado notablemente y me parece que es algo positivo para aliviar la contaminación y la congestión de nuestra hermosa capital.  También veo con asombro que de a poquito los conductores están respetando un poco más a los ciclistas, y esto no solo ha sido gracias a que existen bicis públicas, sino por el incremento de ciudadanos que han optado por dejar de lado el carro y usar la bicicleta para trasladarse de un destino a otro.

Aunque la Bici Q fue creada por la administración anterior, (ahora creo que se llama BiciQuito, pero sigue siendo lo mismo) y  tuvo tanto éxito que se tuvieron que comprar más bicis por que no daban abasto; he utilizado últimamente el servicio, ya no para transportarme a mi lugar de trabajo porque el esfuerzo con estas bicis tan pesadas es un poco duro y llegaba bastante maltrecha, pero si para pasear por el parque La Carolina o en el Bicipaseo. He podido constatar que han comprado nuevas bicicletas y es una suerte que te toque una de estas, por que las anteriores dejan mucho que desear: están bastante usaditas diría yo, ya es tiempo de que renueven el stock.  

Si bien es cierto es una de los cosas buenas por las que recordaremos al anterior alcalde, también es cierto que algunitos tienen la mala costumbre de maltratar lo que no les pertenece. He visto en más de una ocasión estas bicis abandonadas a su suerte y muchas otras golpeadas, con asientos raspados y en no muy buenas condiciones.  Nunca sobran los “comedidos” que creen que público es sinónimo de “quemimportismo”.


Por otro lado, un reclamo a la administración actual. Recuerdo que iban a aumentar las estaciones de las bicicletas públicas y hasta habían anunciado que iban a haber unos buses para trasladarse en distancias más largas con bici y todo, ¿qué pasó? Se limitaron a seguir con la misma gestión anterior, cambiaron un par de bicis, quitaron la señalización de un par de puntos de las bicirutas y ¡Zan, se acabó! Si ha tenido tanto éxito, si ven que la ciudadanía está contenta con este sistema, ¿por qué no invertir un poquito en hacer de este un mayor y mejor servicio? ¿Por qué no aumentan paradas, unidades, horarios y rutas? Creo que hay que aprender de los buenos ejemplos y este es sin duda uno que hay que seguir impulsando.

Gigi Briceño