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viernes, 21 de agosto de 2015

¡No más violencia!


Para nadie de los que me lee resulta una novedad que me autocalifico como “correísta”, pero tranquilidad, esta no es una opinión sobre eso. Soy parte de esa generación para la cual no representa un desacierto haber nacido en esta espectacular tierra que puede ser inestable y contradictoria pero a la vez extremadamente fuerte y que como dice la canción, sabe a caña y algodón. Somos de aquellos que a pesar de todas las veces que nos han querido convencer de que vale la pena vivir fuera, hemos vuelto a nuestro lindo Ecuador.

Para aquellos que son una generación más joven que yo, pueda que no logre convencerlos y es que tengo la teoría de que como país nos hemos vuelto hasta cierto punto víctimas de nuestro éxito y aunque todavía hay mucho que cambiar, déjenme decirles que vivimos en un país totalmente diferente al de mi adolescencia, cuando mi madre me informó solemnemente que debería buscar la forma de pagar la universidad porque para ella le resultaba imposible hacerlo en dólares.

Para los que son más jóvenes lo que ahora vivimos resulta normal, no recuerdan aquellos que aupados por la élite gobernante del momento ante la perspectiva de perder sus privilegios no dudaron ni un segundo en dar bala a los ecuatorianos.
No exagero cuando les digo que me parte el corazón cuando veo en televisión los videos de nuestros policías siendo agredidos con piedras, con palos, con perdigones. No apoyo la violencia de ninguno de los dos lados y también confieso que me resulta imposible entender cómo el policía que ha aguantado palazos durante horas no reacciona. Tengo que felicitar a quienes no solo defienden un gobierno o la integridad de una persona, si no la paz y el orden de todos.

No voy a cuestionar el por qué el Alcalde Mauricio Rodas no está en Quito. Entiendo que está pasando por momentos difíciles en su familia lo que le obliga a abandonar su puesto temporalmente y por tanto encarga las labores a Daniela Chacón, pero como ciudadana quiteña sí voy a cuestionar la participación de la Alcaldesa encargada en las manifestaciones. Días atrás tuvo el desacierto, por decir lo menos, de “agradecer” el buen tino de los manifestantes al no parar en la Plaza Chica y así no destruir lo poco que quedaba de ésta (dicho sea de paso la única obra hecha por esta administración), pidiendo además que la policía no actúe con violencia.

Ayer decidió dar el salto a “figura política” una virtual desconocida a nivel nacional que ostenta el poder más alto en la ciudad. Aprovechó la coyuntura para salir gloriosa a decir que luchaba por la “libertad y la democracia”. Es evidente que cada uno tiene su corazoncito, pero esta muchacha inexperta debería tomar lecciones del animal político de Nebot y saber que uno no se expone a menos que haya gran posibilidad de éxito. Su labor es administrar la ciudad y su pasión política no debería entrar ahí.

Exijo de la máxima autoridad de mi ciudad (sea Chacón o Rodas, ya me queda la duda) condene los actos de violencia que la ciudad ha recibido por parte de quienes no entienden la noción de manifestación pacífica. Demando de la máxima autoridad de mi ciudad también, algo más de sentido común antes de pedirle a la policía que no responda con violencia. No creo que pido demasiado, ya me he resignado a que en efecto no hay un plan para la ciudad y que debemos esperar de los optimistas voluntariosos que nos administran lo mejor y agradecer cualquier cosa.

Rocío Pérez